También conocidas como relaciones profesionales o industriales, las relaciones laborales son las que podemos encontrar dentro de distintas áreas laborales ya sean públicas o privadas. Este vínculo es el que une al empleado y al empleador.

 

Existen algunos factores básicos dentro de esta relación, tales como las leyes que la inscriben dentro de un marco normativo, los impuestos, el Estado, los sindicatos, las condiciones de un contrato, las nuevas tecnologías, etc.

 

Como fue especificado anteriormente, las relaciones laborales se dan dentro del campo tanto público como privado. Sin embargo, ya sea privado o público, el Estado siempre tiene alguna incidencia en este vínculo ya que es quien define las leyes que hacen que los trabajadores cumplan con ciertas normas y al mismo tiempo los respalda. También cumple esta función para el empleador. Es quien, por ejemplo, debe definir los salarios mínimos de los empleados dentro de la nómina; cerciorarse de que los empleados se encuentren dentro del sistema de seguridad social y que las cuotas de cotización estén siendo ingresadas a este; también que estos estén cumpliendo las tareas para las que fueron contratados y que cumplen con la paga del IRPF.

 

Las leyes que rigen al mundo laboral son el instrumento que le permite más intervención al Estado en las relaciones laborales. Es por esto que la comprensión de las normas debe ser una herramienta primordial tanto para los trabajadores como para el empleador, solo así conocerían sus derechos y deberes. Existe una rama de la Abogacía llamada Derecho del Trabajo que se especializa en este tipo de leyes.

 

Existen dos tipos de relaciones: individuales y colectivas. Las individuales involucran simplemente al trabajador y al empresario. Las colectivas se caracterizan por ser compuestas por los sindicatos y el empleador. En ellas también suele intervenir el Estado y a este suceso se lo conoce como “diálogo social”. El diálogo social involucra al contratista, al trabajador y al estado. Apunta a buscar el beneficio de las tres partes a través de un contrato.

 

Las relaciones laborales están siendo intervenidas por las nuevas tecnologías a veces ocupando el lugar el empleado y otras veces aumentando su productividad o impulsando su trabajo. El teletrabajo ha representado una revolución: sin horario, ni dentro de lugares físicos, se adapta al tiempo del empleado logrando que este se sienta más motivado lo que lo lleva a alcanzar una mayor productividad. En marzo de 2020 en Suecia el 28% de las actividades laborales se realizaban a través del teletrabajo. En España solo un 3%. Si bien la pandemia del Covid-19 representó un cambio, sigue habiendo en España una resistencia cultural al teletrabajo. Sin embargo, la seguridad y la precisión, sumado a la productividad, son los aportes positivos que la tecnología le hizo al trabajo.

 

Pero, ¿cómo han influido las tecnologías en las relaciones laborales? Las empresas llegan a más lugares gracias a la tecnología lo que implica un mayor número de empleados. Ese incremento en la cantidad de trabajadores implica un cambio en las formas de control laboral: las máquinas permiten reconocer la calidad de trabajo de un empleado, retrasos o incluso ausencias, evitándole pérdidas a la empresa. Así se fomenta la laboriosidad, la puntualidad y el desarrollo de habilidades.

 

Una parte esencial de las relaciones laborales está administrada por el departamento de Recursos Humanos que se encarga de redactar algunos contratos, la columna vertebral de las relaciones laborales, y encargarse de que la comunicación sea eficaz a la hora de determinar las condiciones de este. 

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